En la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, la policía encontró a
fines de septiembre la cabeza cortada de una bloguera que escribía sobre
noticias del narcotráfico y se autodenominada la "NenaDLaredo". En el lugar del
crimen estaban su teclado, ratón de computadora, audífonos y pequeños
parlantes.Un mensaje dejado relacionó el asesinato de la bloguera, María
Elizabeth Macías, con sus actividades en línea en el estado de Tamaupilas, y
advirtió a otros usuarios de medios sociales que podían ser los próximos.
Estaba firmado con la letra Z, el signo del cartel de los Zetas.
Los carteles del narcotráfico mexicano ya han acosado a diarios
y canales de televisión para amordazar su cobertura de la sangrienta batalla
entre bandas narcotraficantes en algunas partes del país. Este asesinato parece
ser el primer caso documentado de un periodista que es asesinado en México por
publicar en un sitio de redes sociales, según el Comité para la Protección de
los Periodistas (CP, por sus siglas en inglés), una organización sin fines de
lucro con sede en Nueva York.
Tan sólo unas semanas antes, dos cuerpos colgados de un puente
en Nuevo Laredo también llevaban una nota críptica que mencionaba tres sitios
web por su nombre. Pero por el momento nada indica que esas víctimas fueran
blogueros o periodistas.
Según el CJP, México es uno de los países más peligrosos del
mundo para los medios,. Antes del asesinato de Macías, seis periodistas habían
sido asesinados sólo este año, y por lo menos uno fue en represalia directa por
su trabajo.
La causa no siempre es clara. En algunos casos, los periodistas son asesinados
porque reciben dinero de una banda narcotraficante y una banda rival quiere
venganza. Pero en otros casos, reporteros de buena fe han sido el blanco de
ataques.