Estados
Unidos concedió asilo político el miércoles a un banquero venezolano que se
opone al gobierno de Hugo Chávez, una decisión que probablemente agriará aún más
las relaciones entre Washington y Caracas.
La juez Lourdes Martínez-Esquivel concedió a Eligio
Cedeno asilo en una corte de migración de
Miami, según una copia
del veredicto consultada por The Wall Street
Journal.
Cedeno, de 46 años, fue arrestado por el presidente venezolano en 2007 y
se le mantuvo detenido por 34 meses sin ser llamado a juicio, tras infringir
supuestamente las regulaciones monetarias del país. Citando las recomendaciones
de las Naciones Unidas sobre detención arbitraria, una juez venezolana ordenó la
libertad de Cerdeno en diciembre de 2009. Inmediatamente buscó cómo esconderse y
escapó a
Florida ese mismo mes.
Cedeno solicitó asilo en EE.UU. el año pasado sobre la base de que tenía
un temor creíble de que sería perseguido por sus opiniones y actividades
políticas en
Venezuela. SU abogado dijo que Cedeno financió a líderes de la
oposición que eran una amenaza para Chávez.
"La
decisión es una prueba objetiva de que Eligio Cedeno era un prisionero
político", dijo Víctor Cerda, su abogado. "Al contrario de las declaraciones
del presidente Chávez, él no es un
criminal".
Antes de ser encarcelado Cedeno, de quien en algún momento se creía que
tenía lazos con el gobierno de Chávez, controlaba dos bancos
pequeños.
Cedeno fue enviado prisión bajo cargos de que había
manipulado los estrictos controles de cambio de
Venezuela para obtener ganancias fáciles. Las autoridades
acusaron a Cedeno de ayudar a una empresa a obtener más de $25 millones de la
junta de cambio de divisas para pagar supuestamente por importaciones de
computadoras que nunca entraron al país. Cedeno niega los
cargos.
El
caso le dio argumentos a los opositores de Chávez que argumentaban que las
cortes venezolanas estaban al servicio
del presidente.
El
caso dio un giro extraño en 2009, cuando una juez dictaminó que el acusado
debería ser temporalmente puesto en libertad. La juez, Maria Afiuni, explicó que
según las leyes internacionales sobre detenciones arbitrarias y la ley
venezolana, él debería ser puesto en libertad.
Poco
después, Chávez apareció en la televisión nacional y dijo que se deberían tomar
medidas contra la juez, agregando que probablemente había sido sobornada para
liberar a Cedeno y que ella debería ser sentenciada a 30 años de
prisión.
Afiuni, quien negó los cargos, fue
arrestada, desatando críticas a Chávez y al sistema judicial de grupos de
derechos humanos. Afiuni se encuentra bajo arresto domiciliario mientras espera
su juicio. Está acusada de corrupción, abuso de poder y complicidad en un escape
de prisión, entre otros cargos.